El IPC cierra el año en el 1,2% y resta poder de compra a pensionistas y funcionarios.
El IPC se situó en diciembre en el 1,2%, cinco décimas menos que en noviembre, según ha informado este viernes el Instituto Nacional de Estadística, que achaca la caída a una subida de la gasolina y el gasóleo menor que la de hace doce meses. La tasa, la más baja del año, supone, no obstante, una pérdida de poder adquisitivo para los funcionarios y los pensionistas. Estos últimos pierden casi un punto de poder de compra, dado que la subida de las pensiones fue este año del 0,25%, el mínimo que marca la ley. Los funcionarios, por su parte, también pierden, puesto que sus sueldos subieron un 1%. Si en vez de tomar el dato interanual, que es el que se usa habitualmente como referencia para pensiones y salarios (y también el que emplea el INE para la actualización de rentas), se toma la media anual, cercana al 2%, la pérdida de poder de compra es mayor.
La evolución de los precios de los combustibles de automoción está detrás de la moderación del IPC en diciembre, que se sitúa en la tasa más baja desde noviembre de 2016. Justo después, en diciembre de 2016, la fuerte subida de los carburantes disparó el IPC hasta el 1,6%. Doce meses más tarde, la comparación con esa gran subida hace que se modere el índice y cierre el año en su tasa más baja.